La historia de Noelia

¿Qué harías si te encontraras abandonada por tu marido, sin medios de ingresos y sin poder comunicarte porque no hablas el idioma? ¿Qué pasaría si la policía llegara a tu puerta y te quitara a tus cinco hijos de los brazos y no entendieras lo que está pasando?

Esto es lo que le pasó a Noelia. Cuando llegó a Agape, nueve meses antes le habían quitado a sus hijos. Había caído en un abismo de total angustia y desesperación. Decidió que lo único que le quedaba por hacer era quitarse la vida. Estaba más allá de cualquier esperanza de volver a tener o ver a sus hijos. El dolor era demasiado grande para soportarlo.

En su desesperación, hizo una última llamada a una amiga llamada Rosa. Rosa oró con ella por teléfono. Rosa le dijo que conocía un lugar que tal vez pudiera ayudarla…un lugar llamado Ágape. 

Ese primer día Noelia entró por las puertas y dijo: “Entré a Agape totalmente sola, pero cuando salí, supe que ya no estaba sola”.

En Agape, su esperanza fue restaurada en Dios y en la humanidad. Ella estuvo asociada con dos voluntarios diferentes. Un voluntario la ayudó en su viaje de oración y sanación espiritual. El otro se convirtió en un defensor bilingüe en audiencias judiciales, reuniones del DHS y nombramientos legales.

A las tres semanas de llegar a Agape, se reunió nuevamente con sus hijos. ¡Esto es un milagro sin explicación terrenal!

¡Ahora tiene sus hijos, un trabajo y pronto tendrá su licencia de conducir! Ella dice: “Ese primer día que entré por estas puertas, sentí una paz que no había sentido en nueve meses. ¡Dios comenzó a obrar un milagro en mi vida y usó a Ágape para hacerlo! ¡Todo en mi vida empezó a cambiar a partir de ese día!”